Lo primero, deseo agradecer a todos los que habéis dejado experiencias en twitter para contribuir a este artículo, ¡un millón de gracias!...

0 Comments

 

Lo primero, deseo agradecer a todos los que habéis dejado experiencias en twitter para contribuir a este artículo, ¡un millón de gracias! Esta segunda parte no habría sido posible sin vosotros. Segundo, tal como vimos la semana pasada, vamos a valorar algunos comportamientos que pueden convertirnos en cretinos a la hora de tener un contacto íntimo, de modo que corremos el riesgo de convertir lo que debería ser un rato agradable en algo molesto, doloroso, que nuestro compañero sólo querrá que acabe cuanto antes.

 

"Esas bragas eran nuevas, chavalote..."



                «Mi pareja se enfadó porque no me corría. Soy lento en eso» Vampiritoloco1

                Por favor: a la cama no se va con prisas. Usando una frase hecha: “hemos venido a jugar”. Ya sé que estamos acostumbrados por el cine y la literatura a que los personajes estén tan excitados, tan enamorados, tan apasionados… que se corran con mucha facilidad, pero eso no es la norma y -muy importante- que no suceda no implica que no gustemos a nuestros compañeros de juegos o que no se sientan atraídos por nosotros. Si una persona llega a la cama contigo, ALGO le tienes que interesar. Desde luego, si hace tal cosa sin sentir por ti la menor atracción, es un poco idiota, ¿a santo de qué te vas al catre con una persona que no te gusta ni lo más mínimo?

                Segundo: cada persona tiene sus tiempos, muy rara vez coincidiremos con alguien que tenga los nuestros. La excitación, complicidad o comunicación son importantes, pero también lo es que la otra persona se sienta cómoda. El estar preguntando (o peor aún: ordenando) al otro cada dos minutos «¿te vas a correr ya? ¿Te vas a correr ya?», es la mejor manera de que no lo logre nunca. Es imposible estar cómodo así, igual que no lo está el conductor del coche cuando los niños le preguntan constantemente «¿hemos llegado ya? ¿Hemos llegado ya?»

 

                «Intentó meterme un consolador por detrás, sin consentirlo ni trabajar mucho la excitación» Danrrod

                ¿Qué decimos siempre del consentimiento y la comunicación, por favor…? Sólo «sí» es SÍ. ¡Las cosas no se hacen sin preguntar! Da igual que hayamos tenido otras parejas a quienes les gustase mucho, da igual que estemos convencidos de que va a encantarle, antes de hacer algo tan controvertido como penetrar analmente a una persona hay que estar completamente seguros de que nuestra pareja está de acuerdo. ¿Cómo? PREGUNTÁNDOSELO. Y si nos dice que no, no nos ponemos a discutirlo en mitad del juego, se obvia esa parte y ya está. Amén que nunca se intenta penetrar agujero alguno que no esté previamente lubricado y excitado. La penetración anal no es una broma, parece la mar de fácil en el cine X, sin embargo, en este lado de la realidad exige bastante preparación. De lo contrario puede resultar dolorosa y aún causar desgarros. Que una persona se acueste con nosotros nos da acceso (que no derecho) a su cuerpo en un coito «convencional», pero todo lo que salga de ahí (juguetes, fetiches…) ha de ser hablado y consentido por ambos.

 

                «Me mordió la punta y me reclamó por no correrme» IchiroAtanak.

                Con frecuencia, las mujeres nos quejamos de que hay hombres torpes que no saben acariciar un clítoris, que son rudos, hacen daño. Vale. Sin embargo, parece que el pene, por el mero hecho de ser un órgano externo y grande, ya es de chicle, lo va a aguantar todo. No es así. Igual que el clítoris, el pene es un apéndice muy sensible y, por lo tanto, delicado. Necesita ser acariciado con un poquito de cuidado o haremos daño a nuestro compañero. Para ser breves: morder, NO, caca.

                Segundo: como decía más arriba, cada persona tiene sus tiempos para gozar. Da igual que creamos hacerlo muy bien o que siempre nos hayan alabado nuestra técnica. Estamos con una persona distinta, que tiene ritmos distintos, con gustos también distintos. El mejor camino para dar placer a nuestro compañero es hablar, preguntar, averiguar qué le gusta, pero no presupones. Ni mucho menos aún enfadarse.

 

                «Se durmió con la mano dentro de mí» Maria24090518

                De acuerdo, esto más bien es un accidente. En ocasiones no controlamos nuestro propio cansancio, es posible que el sueño nos venza a media sesión. Siempre que sea algo involuntario, que no obedezca al «como yo ya he terminado desconecto y me cuajo», es disculpable, aunque reconozcamos que sea fastidioso. En esos casos basta con que nos paguen en carne a la mañana siguiente o la próxima vez que quedemos. ¡Ojo! Esto no significa que se pueda convertir en costumbre, ay qué lástima, siempre te entre un sueño pesadísimo y dejes a medias a tu pareja en todas las ocasiones. Eso ya es egoísmo. Si de verdad te sucede, cambia el orden; ocúpate de que tu compañero sea el primero en gozar. No seamos comodones.

 

                «Una novia me vomitó encima al hacerme una felación estando bebida» Perwolf2

                Por más que el alcohol desinhiba, esto es un ejemplo perfecto de porqué no es recomendable beber y tener sexo. El alcohol, aparte de esa euforia tan divertida, también provoca un exceso de confianza en nosotros mismos que nos puede llevar a situaciones como la citada. Por no mencionar que también merma nuestra capacidad para tomar decisiones, podemos encontrarnos en una situación que lamentemos a la mañana siguiente. El sexo es preferible practicarlo con poco o nada de alcohol en sangre, salvo que estemos con una pareja de MUCHA confianza y en un entorno seguro. No, el lavabo de una discoteca no es lo que se define como «entorno seguro». Si necesitas beber para excitarte o crees que tu pareja lo precisa para ello o para disfrutar, tenéis un problema que va más allá de follar mal, puede desembocar en alcoholismo.

               

                Como vemos, en realidad es fácil evitar quedar como un absoluto cretino a la hora del sexo: basta con pensar un poquito en el otro, en ser comunicativo, trabajar el consentimiento… cositas muy básicas que están al alcance de cualquiera. Así que, por favor, en beneficio de todos, evitemos follar como absolutos cretinos. Si el artículo te ha gustado, puedes seguirme en Twitter, ¡haré más preguntas para próximas entregas!



You may also like

No hay comentarios: