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Sobre mí
«Érase una vez una lectora que soñaba con literatura erótica que no diese vergüenza ajena. Buscó y buscó, pero sólo encontraba porquerías insulsas. Hasta que un día, tomó una pluma de fuego y se puso ella misma a escribir. Y creó los relatos eróticos de mayor calidad, profundidad y simpatía que vieran los siglos. Sus lectores los leyeron y quedaron encantados, y todos fueron felices para siempre. Y ahora ya podemos desnudarnos, sacar el ron, y poner el rock a toda leche».
Estoy en acuerdo contigo Dita. Y me permito compartir un fragmento de la reseña que hizo Hilario Topete Lara; miembro de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, INAH, sobre: Pornocultura, ensayo de Naief Yehya.
ResponderEliminar"La pornografía no es una cosa sino una política, es una estrategia de un grupo con poder destinada a limitar el acceso de una parte de la población a determinadas formas de expresión. El porno es sólo otra denominación de la censura, es un género de naturaleza contestataria que únicamente tiene sentido por su antagonismo con lo aceptable. De allí que el contenido de la pornografía no importe tanto como los mecanismos que la prohíben [Yehya, 2013: 304]."
--En esta acepción el porno no es para el autor la simple exhibición de humanos copulando o en práctica sexual alguna, y tampoco es, como suele sostenerse, una expresión de odio o cosificación sobre el cuerpo; es, sí, "sólo otra denominación de la censura, es un género de naturaleza contestataria que sólo tiene sentido por su antagonismo con lo aceptable" [p. 304]. Así, al cambiarle la acepción, lo presentado/ representado matiza la vieja idea de que lo pornográfico no es la imagen, sino lo que se tiene en la mente (el material explícitamente sexual no es ni bueno ni malo; ni pecaminoso ni ofensivo... simplemente, es) para proveerlo de un contenido adicional, el que le dan la transgresión, el control y su manejo: lo pornográfico es, además de ese material destinado a la producción de placer, la restricción para el acceso al mismo; por eso mismo el porno abarca algo más que sexualidades.--
¡Gracias por leer y comentar!
EliminarJusto. No deja de ser una manera que querer controlar el pensamiento, de pretender taparnos los ojos como si fuéramos aún menores de edad y decirnos "noooo, no veas esto que es malo, deja que sea Papá Estado-Mamá Religión quien te diga lo que debes ver, que tú eres bobito y no lo sabes". Y no. Una sociedad que tiene libre acceso a contenidos eróticos o pornográficos para mayores de edad, es más difícil que sufra otro tipo de censuras políticas o ideológicas. Sin embargo, en el momento en que se permite la restricción para este tipo de contenidos, todos los demás le van detrás.