Como siempre, en el cine parece muy fĂ¡cil, todo se consigue siempre a la primera, nunca hay accidentes y todo es perfecto, pero la reali...

0 Comments


Como siempre, en el cine parece muy fĂ¡cil, todo se consigue siempre a la primera, nunca hay accidentes y todo es perfecto, pero la realidad no suele ser asĂ­, ¿cĂ³mo hemos de empezar en el sexo anal? Hoy vamos a descubrirlo.


Juegos sin lĂ­mites. 

                Lo primero y principal, es tener presente que el sexo anal no es obligatorio para nadie. Tiene una importante carga de morbo y, bien hecho, produce un gran placer que puede combinarse con la estimulaciĂ³n genital y que nos permite obtener orgasmos distintos, intensos y muy agradables, sĂ­. Pero si una persona no desea practicarlo, es una decisiĂ³n que debemos respetar. Forzar o chantajear a nuestra pareja para que acceda a una prĂ¡ctica que le asusta o asquea, es el mĂ©todo mĂ¡s directo para que acabe odiĂ¡ndola. Sentado esto, veamos algunas pautas:

                —Nunca intentes penetrar sin estimulaciĂ³n previa. Seas hombre o mujer, nunca lo intentes sin saber que a tu pareja le gusta, aunque sĂ³lo sea con un dedo. El ano es una zona sensible, igual que nos regala placer, tambiĂ©n puede causar un gran dolor.

                —LubricaciĂ³n y lubricaciĂ³n. A diferencia de la vagina, el ano no lubrica por sĂ­ solo, necesita nuestra ayuda. Y pese a lo que viĂ©ramos en El Ăºltimo tango en ParĂ­s, no, la mantequilla es mejor dejarla para los bocadillos. Al igual que la vaselina industrial o el aceite de oliva, tiene la desventaja de que la piel no la absorbe; crea una pelĂ­cula que resbala mucho, sĂ­, pero a la que se pega toda la suciedad y que despuĂ©s es muy difĂ­cil de limpiar. Para lubricar, la mejor opciĂ³n son los geles de sex-shop que estĂ¡n concebidos especĂ­ficamente para esto, pero si no los tienes a mano o te da vergĂ¼enza comprarlos, puedes usar aceite hidratante del suave, para bebĂ©s. La piel lo absorbe, es mucho mĂ¡s efectivo y tiene el agradable componente del perfume.

                —Con calma. Cuando cojĂ¡is prĂ¡ctica y el ano se acostumbre, podrĂ©is ir al grano con mucha mayor rapidez, pero las primeras veces es aconsejable ir despacio, preparar el ambiente con tranquilidad y tomarse el tiempo que sea preciso. El sexo anal, tanto en hombres como en mujeres, es una prĂ¡ctica que requiere mucha confianza y paciencia. Si tu pareja nunca lo ha hecho y comienza contigo, empieza primero acariciando alrededor del esfĂ­nter, y luego tocando Ă©ste directamente, acariciĂ¡ndolo o rascĂ¡ndolo sin penetrar. Tu pareja disfrutarĂ¡ de esos preliminares y te pedirĂ¡ que continĂºes.

                —Paso a paso. No pretendas meter un pene o un dildo de buenas a primeras; aĂºn si entra, dolerĂ¡. Lo mejor es introducir primero un dedo o algo muy fino como un bolĂ­grafo, que deberemos haber limpiado muy bien antes. Si te da apuro utilizar los dedos, recuerda que puedes usar guantes. Una vez metido tu dedo, muĂ©velo lentamente, haz cĂ­rculos, dĂ³blalo un poco, juega en la entrada… explora, y que tu pareja te diga cĂ³mo lo estĂ¡s haciendo y cuĂ¡nto le estĂ¡ gustando. Una vez estĂ© cĂ³modo con un dedo, podĂ©is usar dos, y despuĂ©s de eso, ya podĂ©is intentar un pene o dildo.

                —¿QuĂ© higiene debo llevar? El MarquĂ©s de Sade decĂ­a que el mayor placer de esta prĂ¡ctica se obtenĂ­a cuando “el sumiso” tenĂ­a feroces deseos de evacuar, pero nosotros no vamos a ser tan sibaritas y nos inclinaremos por el lado de la higiene. Si toda prĂ¡ctica sexual requiere un nivel de limpieza, el sexo anal mĂ¡s aĂºn. Con un simple irrigador de farmacia podemos introducir una pequeña cantidad de agua en el recto para dejarlo completamente limpio; antes de empezar debemos lavarnos a conciencia con agua y jabĂ³n y -muy importante- secarnos bien. En caso de hacerlo con una pareja con la que llevemos una relaciĂ³n de fidelidad, el uso del preservativo no es imprescindible, pero sĂ­ aconsejable. Y nunca, nunca, se debe pasar de la vĂ­a rectal a la vaginal sin una limpieza previa. -Bola extra- Si usĂ¡is preservativo, es mĂ¡s cĂ³modo, porque no hay que parar y cortar el rollo para limpiarse, basta con quitar el preservativo y seguir.

                —Doble estimulaciĂ³n. Aunque el sexo anal es satisfactorio de por sĂ­, no hay que olvidar que nos ofrece una posibilidad de doble juego muy interesante, como es el estimular los genitales de nuestra pareja a la vez que la penetramos analmente. Esto se conoce como doble estimulaciĂ³n y permite un placer muy agradable para los dos. Quien recibe la penetraciĂ³n anal porque ademĂ¡s es tambiĂ©n objeto de caricias Ă­ntimas que aumentan su placer, y quien la produce, porque tiene a su merced el cuerpo de su compañero y las convulsiones de su gozo se comunican a su propio sexo. El placer anal puede parecer animal y salvaje, muchos lo tachan de “antinatural”, pero en realidad es una caricia que encierra una gran entrega y confianza mutuas, y que no sĂ³lo nos ofrecerĂ¡ un rato muy agradable, sino tambiĂ©n un nuevo grado de intimidad con nuestra pareja.

                Y a vosotros, ¿os gusta el sexo anal? ¿Os animĂ¡is a probarlo? ¡DejĂ¡dmelo en comentarios!




You may also like

No hay comentarios: