¡Horror! ¿Lo he dicho en alto? Me temo que sí, y es cierto. Soy mujer, veo porno y me gusta. Me encanta, me parece una forma perfectamente lícita de excitarse tanto en solitario como en pareja, de encontrar posturas nuevas o situaciones que me causen morbo para explotarlas después, ¿es malo esto? Según algunas opiniones, sí, es malísimo. Vamos a ver esto con un poco más de detalle. 

¡Acción!

    El porno es brutal y cosifica a las personas, sobre todo a la mujer. 

    Primero: hay muchísimos tipos de cine X y de pornografía en general. Hay porno brutal, porno romántico, porno duro, suave, onírico, artístico, con argumento, sin él... hay MILES de géneros, y no, no todos son salvajes ni en todos la protagonista acaba hecha un cromito después de ser apalizada-insultada-violada-humillada-meada por veinte personas. Creer que todo el porno es así, es como creer -citando a Javier Krahe- que todo el monte (de Venus) es orgasmo. 

    Segundo: cosificar a las personas. Vale. Os voy a contar una amarga realidad: todos estamos cosificados para alguien. Todos. Tú también. Cuando nos atiende una cajera en el supermercado, no nos quedamos con su nombre, es una extensión de la caja registradora. Cuando llamamos a la compañía de teléfonos, por más que nos digan "mi nombre es Marujita", no nos quedamos tampoco con su nombre, es simplemente "la chica que nos atiende", y así obramos con la mayor parte de la gente que tratamos en nuestro día a día. No los personificamos, son una extensión de la tienda, del trabajo, del centro de estudios... con el que tratamos. Cuando llamamos al seguro porque se nos ha rajado el espejo del baño, ¿pedimos que nos atienda una persona con un rico mundo interior, amable con los niños y los animales, que sea un gran lector y ceda el paso a las ancianitas cuando estas quieren cruzar la calle? NO. Queremos un cristalero y punto. Le cosificamos a él también. 

    Si no existiese el porno, decidme, ¿os tocaríais pensando en personas bondadosas, de gran calidad humana que han luchado por el bienestar social y han conseguido logros para la Humanidad? ¿Llegaríais al orgasmo gritando el nombre de Gandhi o de Marie Curie? ¿O más bien lo haríais fantaseando con la chica castaña del gimnasio a la que se le marcaban los pezones en el maillot o con ese chico de Contabilidad que se ha puesto cuadrado y tiene un culo que lo flipas? No seamos hipócritas. 

    El porno es asqueroso y da una visión sesgada del sexo. 

    Sí. Claro que sí. Igual que La Sirenita da una visión sesgada de la vida marina, los pececitos no cantan, ni hablan, ni hacen fiestas. ¿Por qué? Porque es CINE. Es ficción, fantasía. El porno también es ficción y fantasía, su objetivo es excitar al espectador pero no darle una clase de educación sexual, para eso hay que acudir a otras fuentes. 

    Todos los géneros cinematográficos, con excepción del documental, son ficción y su deseo es contarnos una historia, entretenernos, hacernos pasar el rato o impresionarnos con su nivel artístico, pero nunca, jamás, el de darnos una clase de nada ni mostrarnos la realidad. Las comedias románticas no son una visión real tampoco de lo que es una relación humana y nadie se queja de ello porque sabemos que son mentira. El porno es lo mismo. Si alguien me dice que un joven de cualquier sexo va a pensar que el sexo es el cine X, la culpa NO es del cine X, sino de sus padres que no le han educado como deberían, y el primer paso es enseñar a un niño que lo que vea en una pantalla ES MENTIRA. Si se pone una capa no va a volar como Superman, si habla a los animales estos no le contestarán como al dr. Dolittle, y si ve a una pareja teniendo sexo e intenta meterse en medio no le van a invitar amablemente a participar. 

    El porno sólo se centra en el placer masculino, el femenino no existe.

    De nuevo: existen muchos géneros de porno. Es posible que el porno desde el punto de vista masculino en el que el cunnilingus no existe pero las felación dura diez minutos, sólo existe la penetración y cuando él acaba se ha acabado todo sea el más conocido, aunque ni remotamente el único. Existe el llamado "cli-cli" (Clítoris Climax) centrado única y exclusivamente en el placer femenino y en las contracciones que demuestran que éste ha tenido lugar. El porno de masturbación, el porno de dominación femenina, el porno lésbico y un abanico poco menos que infinito de géneros (y eso ateniéndonos sólo al porno en imagen real, no al de animación, que ese es otro tema). El placer femenino existe en el porno y es tomado en cuenta, hace al menos dos décadas que el porno dejó de ser "mete-saca". Investiga por los distintos géneros, te darás cuenta. 

    Hay porno en el que se abusa de niños.

    Eso no es "porno", eso es pederastia y es un delito. Es como rodar el asesinato de una persona. No estamos hablando de cintas de contenido delictivo a estilo "Guinea Pig" (que ya sabemos que no eran reales, hablo "del estilo"), ni cine snuff, sino de películas rodadas por actores mayores de edad con pleno conocimiento y consentimiento de los mismos. El cine porno no es eso, ni estoy hablando de algo así, ni semejante salvajada puede justificarse de manera alguna. 

    No puedes ser feminista y que te guste el porno, porque el porno atenta contra la dignidad de la mujer. 

    Esto me lo han dicho. Y me gustaría saber qué tiene que ver el tocino con la velocidad. Soy consciente de que hay muchas mujeres que ejercen esta profesión -igual que la prostitución- porque no les queda otra salida más que esa o morirse de hambre. Sé positivamente que muchas mujeres han sufrido humillaciones, maltratos y hasta abusos en rodajes de cintas X, que han pedido expresamente no realizar una práctica determinada, las han obligado a hacerla contra su voluntad, han grabado sus negativas y su violación y, cuando esa misma mujer ha pretendido denunciar le han dicho que "no se podía" porque, horror de los horrores, ella accedió a hacer una escena X y que no se queje. Lo sé. También sé que María Schneider fue forzada a tener sexo anal con Marlon Brando en El último Tango en París y que sus lágrimas durante aquella brutal secuencia son reales, de impotencia, de rabia... ¿por eso, hay que demonizar el cine y nadie debe ver ninguna película jamás? Hay cientos de actrices (como demostró el movimiento #metoo) que han sido forzadas a tener relaciones sexuales con productores o peces gordos de Hollywood para obtener papeles o contratos, ¿por eso, repito, hay que demonizar todo el cine y nadie debe ver ninguna película jamás? No, claro que no, eso no se le ocurre a nadie. Lo que es preciso hacer, es luchar contra esos abusos e impedir que se produzcan, ¡no matar al cine por ello!

     Si lo sabemos, ¿porqué pretendemos entonces matar el cine X ante un caso similar? La solución no es esa, sino luchar contra los abusos. El porno es una industria más, ni buena ni mala, sino simplemente una industria, en la que hay gente decente y gente odiosa. Se ha de intentar sacar a la gente odiosa sin por ello destruir a la industria en sí. 

    Como feminista, opino que una mujer ha de tener la libertad de trabajar de lo que quiera, sin que nadie la prejuzgue por ello. Si una mujer no tiene otro medio de salir adelante que la prostitución, el cine X o el Onlyfans, ¿es culpa del porno? ¿No será más bien de un sistema educativo, laboral y social que no permite satisfacer las necesidades mínimas de una persona, tales como vivienda, transporte, comida, gastos... pese a tener un trabajo a jornada completa? Y si el feminismo persigue la igualdad social y la libertad total para la mujer, ¿no debe esta tener derecho a decidir si quiere vender su cuerpo y ser actriz porno para vivir, igual que otros venden su inteligencia, su fuerza física o su voz, para el mismo fin? La dignidad de una mujer, de una persona, no creo que resida en sus genitales. Reside más bien en su calidad humana, en cómo trata a otras personas, en cómo se conduce en su día a día. Una persona que trata con respeto a todo el mundo -en especial a aquellos que la sirven de algún modo, como el camarero, la mujer de la limpieza, etc.-, que es amable, honesta, trabajadora, que no hace daño a nadie ni a sí misma, para mí es una persona digna. Me da igual que trabaje como actor porno o como vendedor de limpiametales a domicilio.

    En una palabra: dejemos de emparejar la calidad humana a la cantidad de parejas sexuales que tiene o ha tenido una persona. El cine X es eso, cine. No tiene que enseñar, ni instruir, ni hacer nada salvo entretener. No te sientas culpable por verlo de vez en cuando ni dejes que te hagan sentir mal por hacerlo. Ni pretendas tampoco que nadie se sienta mal por ver un cine que a ti no te gusta. Si no te gusta, no lo veas tú, nadie te obliga, pero no pretendas impedir que alguien lo vea ya que no hace daño a nadie.