Se acerca ya la Navidad y, como decĂ­an en Carlitos y Snoopy, “es tiempo de ser codiciosos”. Es Ă©poca de pedir y hace...

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                Se acerca ya la Navidad y, como decĂ­an en Carlitos y Snoopy, “es tiempo de ser codiciosos”. Es Ă©poca de pedir y hacer regalos, algo que es preciso planear con tiempo, a fin de que todo estĂ© listo para la noche mĂ¡gica. Para aquellos que -como yo- presumimos de caprichosos a la par que juguetones, los regalos deben huir de las penosas colonias de a granel y las tristĂ©rrimas corbatas. En su lugar, para dar su toquecito picante a estas fiestas, veamos quĂ© podemos regalar.


Queridos Reyes Magos... 


 

                Disfraces sexys.

                Donde digo «sexy» no se debe entender «tienes que tener una 38 o lucir tableta para ponĂ©rtelo». No. Algo sexy no implica que a la fuerza que tienes un cuerpo de anuncio para llevarlo, el Ăºnico requisito que se pide aquĂ­ es que los dos tengĂ¡is una determinada fantasĂ­a y querĂ¡is llevarla a cabo. Aunque es normal que en las tiendas de juguetes o disfraces encontrĂ©is los tĂ­picos trajes de caperucita sexy o policĂ­a sexy, verĂ©is que la mayorĂ­a son talla Ăºnica, lo que significa que son MUY elĂ¡sticos y se adaptan sin problema. AĂºn asĂ­, en las tiendas erĂ³ticas como amantis.net los disfraces sĂ­ que tienen variedad de tallas y no hay problema en encontrar tallas grandes. Incluso si no tienen la talla que buscas, no significa que tengas que privarte del juego, busca en su lugar la soluciĂ³n del complemento; compra accesorios de disfraz, como esposas de pega, porra de goma, una capa, antifaces… vuestra imaginaciĂ³n harĂ¡ el resto y siempre tendrĂ©is un complemento que podrĂ¡ servir para personajes (¡y fantasĂ­as!) diferentes.

 

                Vibradores.

                Aunque el clĂ¡sico dildo vibrador estĂ© ya un poco visto, vamos a reconocer que, precisamente por ser un clĂ¡sico, nunca pasarĂ¡ de moda. Actualmente vienen fabricados en gelatina de plĂ¡stico lavable de colores (BOLA EXTRA: ¡escoge uno de su color favorito!) y suelen tener distintas velocidades de vibraciĂ³n, amĂ©n de ser lo suficientemente silenciosos para que, bajo las mantas, no lo oiga nadie.

                Si nos apetece dejarnos llevar por la fantasĂ­a y salir de lo habitual, podemos probar los vibradores de doble cabezal. Estos juguetes tienen la particularidad de tener un segundo brazo que podemos usar para estimular el clĂ­toris o para la… puerta trasera. Al ser mĂ¡s corto este segundo brazo, no exigiremos nada horrible a nuestro ano, podremos disfrutar de un delicioso placer doble a la vez que exploramos. Puede ser nuestra entrada al sexo anal.

                Si nos decidimos por un vibrados, hemos de recordar, eso sĂ­, varios puntos ANTES de comprarlo:

                -Son artĂ­culos que gastan pilas o que van a baterĂ­a recargable. DespuĂ©s de cada uso conviene recargarlo para que nunca nos dejen a medias. Si nos decidimos por uno a pilas y no planeamos usarlo durante una semana o mĂ¡s, es mejor quitĂ¡rselas para evitar que se sulfaten y dañen irreversiblemente a nuestro amiguito. Es una buena idea invertir en pilas recargables, asĂ­ siempre tendremos al menos un par de pilas cargadas y ahorraremos una buena cantidad tanto en dinero, como en residuos para el planeta.

                -No admiten devoluciones. Igual que las tiendas de moda no admiten cambios en ropa interior por motivos de higiene, aquĂ­ sucede lo mismo y por la misma razĂ³n. Un diamante, no lo sĂ©, pero un vibrador sĂ­ que es para siempre.

                -No suelen ser sumergibles. En algunos artĂ­culos de vibraciĂ³n encontraremos la etiqueta «salpicable», lo que significa que si le cae un poco de agua porque jugĂ¡is al salir de la ducha, no se estropearĂ¡, pero no aguantarĂ¡ el uso sumergido en la bañera ni debajo de la ducha; es mĂ¡s, puede ocasionar un accidente elĂ©ctrico. Para el uso acuĂ¡tico hay otro tipo de vibradores especĂ­ficos que suelen costar un poco mĂ¡s.

                -Necesitan ser lavados despuĂ©s de cada uso. No se puede ser perezoso con esto porque no sĂ³lo puede peligrar el juguete, sino tambiĂ©n nosotros. DespuĂ©s de cada uso es necesario lavarlo con jabĂ³n suave (en las tiendas erĂ³ticas venden jabones especĂ­ficos para limpiar juguetes, pero el gel neutro de ducha o el jabĂ³n Ă­ntimo, sirven) y agua tibia pero SIN mojar la zona de las pilas.

 

                Vaginas.

                Hoy en dĂ­a hay muñecas hiperrealistas cuya mirada nos acerca peligrosamente al Valle Inquietante y que pueden costar entre tres y seis mil euros, aunque tambiĂ©n podemos conseguir un regalo efectivo y placentero para nuestro compañero por mucho menos. Hablo de las «vaginas en lata», cuyo precio oscila entre los cuarenta y los cien euros (como siempre, si nos tiramos para arriba, podemos gastar en esto mĂ¡s que en un ordenador, pero podemos conseguir un juguete efectivo por mucho menos). Por fuera sĂ³lo parecen un tubo negro, aunque algunos estĂ¡n decorados para simular botellas, latas de cerveza o esculturas, para disimular, sin embargo, en su interior tienen un tubo masajeador de gelatina suave y blanda, acanalada y en relieve para producir mayor placer. La entrada del juguete estĂ¡ diseñada con la forma de una vulva, una boca o un esfĂ­nter anal, a gusto del consumidor. En su variante sencilla, simplemente tienen el interior irregular para procurar caricias, pero los modelos de lujo (mĂ¡s caros) tienen vibraciĂ³n, rotaciĂ³n, succiĂ³n, estimulaciĂ³n uretral… incluso podemos enchufar el pene de nuestro compañero y combinarlos con vĂ­deos VR en las Oculus Quest.





                Al igual que sucede con los vibradores, este tipo de juguetes vibratorios no suelen venir preparados para los juegos subacuĂ¡ticos a no ser que el producto lo especifique claramente, y en su limpieza debemos abrirlos por el otro extremo (vienen preparados para ello) y lavarlos a conciencia.

 

                Por el momento, dejaremos el artĂ­culo aquĂ­. Para la semana que viene, pasaremos lista a mĂ¡s posibles regalitos picantes. Mientras tanto, y aunque sea con adelanto, ¡felices fiestas!



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