CONSENTIMIENTO: SEXO CON UNA PERSONA BEBIDA

 (O NO LES RIAMOS LA GRACIA).

Cierto streamer ha saltado a la palestra debido a sus declaraciones sobre un amigo suyo. Más concretamente, en relación con el modo de actuar del citado amigo con las mujeres en las discotecas. El streamer, cuyo nombre no voy a mencionar (paso de llevarle más visitas ni darle más publicidad. Si sabes a quién me refiero no necesitas que yo te dé su nombre, y si no sabes de quién hablo, no te pierdes nada), hablaba en tonos admirativos de la supuesta táctica de su amigo, que no era otra que la de acercarse a chicas que sabía que estaban bebidas cuando él iba sereno y aprovecharse de su situación de control para llevárselas. Yo sé que me estoy metiendo en camisa de once varas, y lo voy a hacer de todos modos porque a veces el silencio puede ser tomado por aquiescencia, que dijo Unamuno, y eso no. Hablemos claro: aprovecharse de una persona bebida para mantener sexo con ella o él tiene un nombre muy feo conocido como VIOLACIÓN. Da igual las excusas que pongamos, cómo queramos vestirlo de bonito o justificarlo. Vamos a ver por qué.

                «¿Cómo puede ser violación si ha ido voluntariamente?»

                El alcohol no sólo desinhibe, también influye negativamente en la toma de decisiones. Una persona serena puede tener dudas razonables acerca de practicar puénting, mientras que una persona bebida es mucho más fácil que se anime a ello porque en su estado no es que no calcule bien los riesgos, es que ni siquiera los tomará en cuenta. Una persona bebida o intoxicada de cualquier otro modo puede creer que cosas como conducir en contradirección, pasearse por la cornisa del edificio o mantener relaciones sexuales sin protección con un desconocido son ideas cojonudas, pero eso no significa que al día siguiente lo sigan siendo porque, para ese entonces, sus facultades mentales ya no estarán mermadas. No importa sólo que nos digan sí, también importa mucho cómo y en qué condiciones nos dicen ese sí. Piensa un momento, ¿esa persona te diría que sí estando serena? Si la respuesta es NO o si tienes dudas, no te acuestes con esa persona si está bebida. Hay una posibilidad muy alta de que no lo quiera hacer.

                «A ver, entonces que no beban».

                No funciona así. Y me parece hasta de mal gusto tener que explicar esto, pero parece que es necesario: imagina que una persona bebe y tú, que no has bebido, juegas con él a las cartas, le haces trampas y le desplumas. A él, que está bebido, le parece divertidísimo, no pone ninguna pega. A la mañana siguiente se da cuenta de lo que ha sucedido y te denuncia. ¿Te parece que es suficiente defensa decir «ah, pues que no hubiera bebido…»? No. Ya te digo yo que no lo es. Porque no es él quien ha hecho mal al beber, has sido tú quien ha hecho mal en robarle. Si abusas de una persona que está bebida, al igual que en las cartas, eres tú el culpable. Una persona no tiene por qué privarse de beber, de bailar, de llevar X ropa, de pasear por la noche o de estar en la misma discoteca que tú. Eres tú quien no tiene que aprovecharse de la debilidad de una persona bebida.

                «Es que se me echó encima».

                Una persona que sabes que ha bebido, no está para decidir si tiene sexo o con quién lo tiene. Aunque se te lance encima. Porque no se te está lanzando a ti, no tiene ningún interés en ti, simplemente el alcohol le ha dicho «¡vamos a tener sexo!», y tú estabas en medio, ya está. Si hubieras sido un cubo de fregar con un mocho, es probable que esa persona se hubiese lanzado también. Por otra parte, pensemos esto: si una persona no quiere nada conmigo estando serena, estando borracha soy YO quien no quiere nada con ella. Porque si mi única esperanza de intimar con ella es esperar que esté intoxicada, me está insultando. Tengamos un poquito de autoestima también, que el mero hecho de pensar «me tiré a X porque se puso como una cuba» es bastante degradante para nosotros mismos.

                «Pero es que siempre se ha hecho así…»

                El que algo siempre haya ocurrido de una manera determinada, no es razón suficiente para seguir haciéndolo ahora. De lo contrario, todavía seguiríamos manteniendo esclavos, no existirían los derechos obreros, ni la escolarización gratuita, ni las bodas entre personas del mismo sexo… porque siempre se había hecho todo de otra manera distinta. El mundo evoluciona, cambia, y con él cambian las ideas. Lo que hace cien años era normal hoy nos parece aberrante, y esa aberración dejó de darse porque a alguien se le ocurrió cambiar una de aquellas cosas que «siempre habían sido así».

                «Pero si bebemos los dos y al día siguiente ella se arrepiente, ya puede decir que la he violado, eso no es justo».

                Como dije en otro artículo, tener sexo estando bebidos no es una buena idea, a no ser que sea con alguien de mucha confianza. Segundo: las denuncias falsas suceden, claro que sí, pero suceden con mucha mayor frecuencia los abusos y las violaciones. No es que una mujer se despierte al lado de un hombre feo y diga «voy a denunciarle por violación y arruinarle la vida, porque eso será preferible a que alguien sepa que me he acostado con Quasimodo», NO. Cuando una mujer o una chica dice que la han violado en un caso como el que describimos, es que ella realmente no quería mantener relaciones sexuales, no hubo consentimiento. Quizás no sea violación (no soy abogado), pero sí que ha habido abuso. Voy a explicarte por qué:

                Imagina que alguien, en un instituto, o en un centro de trabajo dice «Pepe se ha acostado con Laura». ¿Cuál va a ser la casi unánime reacción? La admiración. Qué listo es Pepe, qué campeón, qué grande… Imaginemos ahora el caso contrario, alguien dice «Laura se ha acostado con Pepe». Salvando casos muy raros, la reacción será bien diferente: qué puta, qué guarra, valiente zorra, eso lo ha hecho para conseguir tal… el desprecio. Una mujer que tiene relaciones sexuales con asiduidad tiene mucho que perder si tal cosa se sabe. Porque vivimos en una sociedad hipócrita que, a igualdad de hechos, ensalza al hombre y denigra a la mujer. Por esa misma hipocresía que detesto, la mujer es la parte débil y la posibilidad de ser violada sólo se asume para nosotras. Si una chica dice que ha sido violentada por uno o varios hombres también bebidos que se aprovecharon de su estado de embriaguez comienza para ella un rosario de insultos, prejuicios, agresividad pasiva y un largo etcétera. La responsabilidad penal caerá sobre los hombres por lo que decía antes: son ellos quienes, socialmente, saldrían como ganadores y machotes (de hecho, y dependiendo de quiénes sean, aún cuando se pruebe su culpabilidad serán disculpados por su crimen y será la víctima la que reciba insultos y menosprecio), mientras que ella será la perjudicada.

                ¿Me gusta este punto de vista? Ya supondréis que no. Pero es el que hay y es el que tenemos que luchar para cambiar, para que mañana ya no exista. Hagámoslo. La próxima vez que ensalcéis o denigréis a alguien por la cantidad o calidad de su vida sexual, pensad bien a qué estáis contribuyendo con ello.

                «No quiero sonar troglodita, pero…»

                YA. PÁRATE AHÍ, Carlos Luis de mi vida y de mi corazón, porque YA estás sonando troglodita. Porque cualquier justificación que quieras dar a alguien que se aprovecha de una persona bebida para abusar sexualmente de él o de ella, va a ser troglodita. No tiene excusa. No es ligar, no es algo que demuestre listeza, ni es una divertida travesura, ni es algo que debamos disculpar, admirar, ni mucho menos imitar. Es algo que debemos reprobar y, en la medida de lo posible, impedir.

                «¡Pero es que entonces no ligaría nunca!»

                Aclaremos una cosa Felipe José: no has ligado. Si tu idea de ligar es «voy a localizar a las personas bebidas y les arrimo cebolleta porque ahora mismo se ríen de todo y no me van a dar el hostión a mano abierta que me merezco y me darían de estar serenas», deja que te diga que eres un mamón, y que en tu vida no has ligado nunca con nadie. Y si no te han denunciado es por lo que decía más arriba: porque la mujer tiene más que perder que tú, pero si sigues con esa forma de actuar, más pronto que tarde te acabarán denunciando. Y entonces tendrás algo más importante de lo que preocuparte que de satisfacer tu ego. A los que tenéis ese pensamiento ya sé que os resulta difícil, pero intentad pensar un poquito en los demás. Veréis que es mucho, mucho más importante la integridad de una persona que unos segundos de contracciones musculares.

                Por favor, para todos: dejemos de normalizar este tipo de comportamiento, dejemos de normalizar el abuso, dejemos de normalizar la violación. No les riamos las gracias a este tipo de infraseres que se creen que molan por abusar de una persona, o de figurarnos que existe una cruzada de un sexo contra el otro, o de «personas a las que no les gusta follar» contra quienes sí. Pensad en cómo os sentiríais si le hicieran algo así a vuestra amiga, a vuestra prima, a vuestra hermana. No tendría la menor gracia. Por favor, no les riamos la gracia.